sábado, agosto 12, 2006

AYER (cronica)

Ayer por la noche, aquí en la ciudad de Temuco, vi, por fin, el espectáculo que tanto deseaba ver.
Fui al concierto de Los Tres.
Compré la entrada preferencial ($9900. Curioso, porque soy proleta)
Todos los que conozco compraron la de platea ($6600. Curioso, porque algunos de ellos son burgueses)
Ergo, me sentí solo.
Cuando llegué, la fila ya era enorme.
Eso fue 45 minutos antes de la hora señalada.
Un compañero del año pasado me caló.
Una vez adentro, Los Tres demoraron una hora y cuarto en aparecer.
Esperé al lado de un pendejo burgués que hablaba pura mierda con su polola (estaba bien potable ella)
Cito dos de sus huevadas:

  1. "He leído todos los libros de Fuguet", "Mi favorito es Mala Onda"
  2. "Los Tres son una copia de The Kinks", "Los Tres pudieron haber terminado siendo [igual de buenos] como Los Bunkers"
Sentí lo mismo que Woody Allen en esa cola del cine cuando sacó a McLuhan de atrás de un anuncio.
En la cancha estaba pasado a yerba.
Y aún así, los tipos eran bastante fomes.
Bastante pogo, pero algo desanimado.
Ni un solo slam.
Y eso que tocaron "No sabes que desperdicio tengo en el alma"
Grité "La Feria Verdadera" hasta quedar disfónico.
No la tocaron.
También grité "Dónde está Pancho" siguiendole la corriente a otros tipos que ya estaban bien cargados.
Los tres me parecieron algo cansados. El año pasado vi a Angel Parra Trio en un concierto grauito, y fue mucho más animado que este. Yo esa vez entré al camerín (ñaña-ñaña).
Pero estuvieron virtuosos, hubieron buenas improvisaciones y nunca antes había saltado tanto estando solo.
Al salir busqué algun pasadizo hacia los camerines.
Y lo encontré.
El guardia creyó que estaba drogado, tal vez debido a la forma en que hablaba por mi disfonía y mi sordera temporal. Y quizá todo el humo que aspire de los porros contiguos a mi y que se impregnó en mi ropa.
Sostuvo insistentemente que "se fueron rapidito, amigo" para que me largara.
Me llevaron a casa unos vecinos.
Como toda la plata se me fue en la entrada, no hice nada más
Me sentí muy pero muy idiota por no haber llevado una camara. Pensé que iba a haber menos viejos y más acción.

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